Un cliente profesional es un cliente que posee la experiencia, los conocimientos y la pericia para tomar sus propias decisiones de inversión y evaluar los riesgos en los que incurre.
Para ser tratado como profesional, debe cumplir dos de los tres requisitos siguientes:
a) haber realizado operaciones de volumen significativo con instrumentos financieros similares, con una frecuencia media de 10 por trimestre durante los cuatro trimestres anteriores.b) tener una cartera de inversión de más de 500.000 euros.
c) haber ocupado durante un año al menos un cargo profesional en el sector financiero que requiera conocimientos sobre las operaciones previstas.